17 ene 2011

Bailar

Desplazarse por la pista sin reparo, siendo observado por todos, la sensación de cosquilleo en todas partes piernas, muslos, caderas, nalgas, espalda, hombros , brazos, mano y rostro, es una sensación que no existe porque dentro de la mente existe sólo la intención de crear gracia, de deslizar la mano en otra mano de sentir la tersura de la superficie, será acaso que se puede descubrir todo de una persona por tomarla de la mano y sentir la textura de esta, trabajos forzados o trabajo nulo, las vueltas se transforman en una mezcla de colores y olores, los colores mezclan los ojos de todos y la nada que no tiene forma, no tiene textura pero existe porque está ahí afuera de mis ojos, la sensación de las miradas que suben, la tersura de la mano y la música que entra y sale por todos los orificios del cuerpo , sale como cerilla o como semen, tiene que ver con la intensidad del sonido, en ocasiones esté es cerilla porque al pisar el charco que hay en el espacio donde todas las miradas están puestas, se resbala, en ocasiones esté es semen es cuando se crea el vació incluso es cuando el sonido no existe, donde el tacto, la emoción y el respiro se junta y solamente termina en una exhalación corta pero intensa, se acaba el rito, la música indica que va a finalizar, las imágenes van descendiendo hasta posicionarse entre sus lugares originales, cae el silencio, busco los ojos de la mano y dejo de bailar.