14 sept 2010

¡Féliz Cumple! y Impulsivo

¡FELIZ CUMPLE!

Hace 40 minutos entro en vigor la ley seca con motivo de los festejos del Bicentenario de nuestra independencia y me pregunto ¿cómo vamos a festejar si no podemos decir salud? parece una cosa menor y hasta cierto punto estúpida, pero yo recuerdo muy bien que desde niño veía a mis papas y familiares levantar sus copas y brindar por cumpleaños, santos, bodas, bautizos, navidad, fin de año, pascua, graduaciones, etc. y el festejo que iniciará en unas horas se da sólo una vez porque se trata del Bicentenario de la independencia de España y ¿cómo vamos a decir salud por México?

Nos convocan a festejar abarrotando avenida Reforma para ver a los carros alegóricos y demás payasadas, en la simbólica y “plural” plancha del Zócalo podremos ver un espectáculo de danza aérea y muy cerca de ahí estará el putin de Alexs Syntek entonando el himno del Bicentenario al grito de - Shala la la - y de escudero el perdido Jaime López como cómplice.

La presencia de toda esa gente justificará el gasto en los festejos, se habrá cumplido el objetivo de darle al pueblo su fiesta para su festejo y no obstante toda esta falacia, te niegan una chelita para decir, salud, que hijos de su pinche madre, nada peor que reprimir a la gente limitando y controlando con racionamientos estúpidos, fascistas.

En realidad lo anterior es un breviario cultural pues no es en realidad sobre lo que quiero escribir, continuo…

IMPULSIVO

Un soldado noruego está de guardia por la noche en Afganistán, un auto se aproxima, el soldado se pone nervioso, dispara su rifle sin un porqué, sin un destino, la bala alcanza a dar en el blanco, la frente del conductor que alcanza a frenar y salir del auto para morir sobre el asfalto ante los ojos de su hijo e hija.

En su juicio militar el soldado responde que le habían dicho que aquella zona que le había tocado para hacer la guardia era peligrosa, que tenía que disparar ante cualquier sospecha de peligro y un auto acercándose de noche al puesto sin razón aparente, era sospechoso. El chico fue exonerado se le dio de baja para reintegrarse a la sociedad que con arrojo y valentía había defendido en nombre de la libertad.

La historia anterior no es mía, es un resumen del inició de la película Upperdog, me quede muy perplejo por todo aquello que experimente al ver la película, días antes de los festejos del Bicentenario se da una cifra extra oficial de 24,000 muertos en la guerra del narco y el gobierno.

En la Ciudad de México continuamos teniendo nuestra problemática con la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado (osease el gobierno, la cúpula política mexicana, la iniciativa privada y los intereses extranjeros) , pero no hay una batalla cruenta como lo hay en el norte y sur del país, no he estado recientemente fuera del DF pero por todos los canales de comunicación (aire y tierra) vemos, escuchamos y comentamos sobre los números que lamentablemente son ya, cosa del día a día, es normal pues.

En algún transcurso de la película el personaje del soldado comienza a hacerse de una rutina durante la cual reflexiona sobre las cosas sencillas de la vida, regresa a ser un personaje más de su lugar donde vive, de su nuevo barrio, la intensidad de la vida bajo amenaza de muerte había quedado atrás pero en cierto momento la fuerza del momento que vive hace que vuelva a su la sangre el recuerdo de aquel momento, se sabe víctima y victimario y continua hasta el final sin saber todos los porqués de su destino.

Me gustaría saber si sabemos los porqués del nuestro como país y como partes importantes de ese todo que es el lugar donde vivimos, sólo tengo una respuesta cierta, quien tiene en su poder cambiar un poco las cosas simplemente no quiere.

Y aunque el soldado noruego tenía la opción de no disparar y preguntar primero ¿porqué el auto se acercaba al campamento en la noche? Prefirió hacer algo patriótico, disparar y después preguntar, él se pregunta por qué lo mandaron a actuar así, cuál era el fin de ser así, simplemente le dieron las gracias y lo invitaron a “continuar con su vida”, como a todos nosotros nos han dicho que hagamos desde hace un Bicentenario.