4 ago 2011

De qué me sirve.

El poeta decía que no había que verte con luz de día, entonces de qué me sirve conocerte, de qué sirve poder sólo verte de noche, si lo que quiero es escudriñar tus secretos mejor guardados, podrás decirme que no voy a ver nada, que cierre los ojos y me deje llevar, pero sí así suceden las cosas me muero por no poder regocijarme con la mirada cuando te escudriño la superficie.

De qué me sirves puta si estas siempre en la vitrina, mis manos se quedan en la barrera de cristal, impotentes y frías, de qué carajos sirve.

De que por qué eres puta, no me importa, sólo dejame verte una vez con luz de día, vuélvete mi cómplice, dejame verte para entregarte algo más que mi lado oscuro, no me enamoro, no, lo qué pasa es que así como me conoces soy de mi lado con más luz, soy sensato, brutalmente sensato, mi lado oscuro es un oasis de caricias con las manos.

De qué me sirve todo esto, si no te estoy tocando, sino escribiendo. Pero al menos seguro estoy de algo, no eres la luz prohibida de la que habla el poeta, eres el color, eres la forma, pero con todo y todo eres real, existes, exquisita, de ojos profundos, de piel apetecible, existes porque te he visto de día, te he seguido en el pensamiento y cuándo te veo de espalda moverte delante de mí, me entero de lo hermoso que es la oscuridad, la verdad mi lado oscuro emerge, de eso me sirve verte de luz de día para que venga la oscuridad y seas libre, hermosa y bella.