13 abr 2010

HIstorias de bici (2)

Mail para Gilda

Cómo esta todo por allá en el Istmo, acá en el DF empieza el calorcito, fue tan rico cuando se fue todo mundo de vacaciones, tome la bicicleta y me fui desde casa hasta Xochimilco tenía ganas de comer una quesadilla de las que venden en el embarcadero Nativitas, tome la bici y comencé a darle duro, para lograr mi objetivo primero tenía que llegar a Calzada de Tlalpan y de ahí hasta Taxqueña.


Decidí para no aburrirme con la homogeneidad de la línea recta de Tlalpan, tomar la calle paralela a la calzada, fue interesante ver como solamente es necesario cruzar una calle para pasar de una dimensión a otra, me explico, hay colonias que son tranquilas (hasta escuchas a los pajaritos), los autos estacionados en su sitio (no hay doble fila), las banquetas sin obstáculos que impidan la buena circulación pero de pronto llegas a una esquina, cruzas la calle y pasas al desmadre, a la anarquía absoluta, banquetas con puestos ambulantes, autos en doble fila, ruido, smog, olor a carne asada, etc. Pero la diversidad de la banda es increíble grandes, pequeños(a), flacos(a), gordos(a), bonitas, feas, miradas dulces, miradas facinerosas, etc. 'Señor Arbitro del Mundo' gracias por la gran diversidad en la que me tienes.

Mucho más delante de Tlalpan se entronca la Calzada México - Xochimilco, aquí no se puede ir en la calle paralela a la calzada, solo hay fábricas y pequeños pueblos que fueron absorbidos por la ciudad son laberintos con callejones sin salida. Logre llegar a el centro de Xochimilco, había tantos autos que mis pulmones podían sentir su smog, tosía así que me compre una nieve de guanábana para remediar mis dolores


- Hey, señor, buenas tardes ¿para el embarcadero Nativitas? - Después de darme las instrucciones ¡a dio! que menso soy, hice algo mal y de nueva cuenta tuve que preguntar - Hey, señor, buenas tardes ¿para el embarcadero Nativitas? - -uuuhhhh ya te pasaste está bien atrás -, le pregunte si conocía otro lado por donde llegar, solo levanto el brazo haciéndolo serpentear indicando por donde tenía que ir.

Le di duro a la bici, el pavimento se comenzó a terminar volviéndose tierra, las casas de cemento se volvieron de madera y lámina de metal, el canal donde las trajineras llevan a los paseantes se muto en agua muerta, estancada y fétida llena de lirio, el vestido de la gente era más humilde así como su calzado, las parejas eran muy jóvenes (la mayoría) con uno o dos chamacos, tuve que parar porque mis piernas no podían más, logre llegar a una tiendita y tomar por fin un poco de agua.

- Buenas, disculpe si sigo todo recto ¿a doné voy? –

- uuuhhhh pues ya casi llegas a Tlahuac -

Me puse a la sombra para tratar de entender todo lo que mi cabecita había registrado durante tres horas de viaje, descanse dos o tres minutos, empecé mi viaje de regreso, me dije a mi mismo, - mi mismo tienes que escribir - no había podido por flojo pero ya lo hice. Por cierto comí mis quesadillas en el Centro de Xochimilco rodeado de todo ese smog porque el hambre me doblego, al final me la pele comiendo las quesadillas del embarcadero Nativitas ¡Plop!