26 ene 2009

$3.50

Desde hace algún tiempo existe algo que se llama crisis, desde hace unos meses se ha vuelto el coco de todos nosotros y pretexto para que todo suba de precio o para que el trabajo sea mal pagado, día a día leemos en el periódico cuales fueron las causas para que esto sucediera, vemos y escuchamos en la televisión a expertos decirnos lo complicado que va a ser la situación más o menos por ahí de febrero u marzo, algunos otros como su servilleta pensamos que todo es un plan conjurado para reordenar ciertas cosas para que algunos o algunas (pa’ no discriminar pues) nos apliquen la tan conocida voladora (o cantinera). Me pregunto constantemente ¿qué es la crisis?

Hoy me fui a ver a un cliente a Tecamachalco barrio peligroso de la ciudad (no por los asaltos sino por las cosas que caen del cielo). Desde la salida del metro auditorio (sobre Reforma hacia Tecamachalco) impera un desorden total, todo el transporte público hace parada veinte metros antes de la parada, yo inculto transeúnte sacado de su zona natural no entendía nada, pasaron los minutos y dude si estaba del lado correcto, así que pregunte:

- Disculpe ¿para ir a Lomas de Tecamachalco?

- Pues el que dice Tecamachalco.

- ¿es de este lado?

- Si.

El checador le grita al conductor del micro que hace base enfrente de la parada:

- Muévete aquí no se puede hacer base (El checador va hacia el microbús, introduce su brazo cuán largo es, la figura del chofer tras la ventana extiende su brazo cuán largo es dándole unas monedas al checador)

El camión se quedo varios minutos más haciendo base, revisaba la cara de los usuarios desde mi posición en la banqueta, algunos aplastaban la jeta contra el vidrio con evidente fastidio, este micro no paraban a donde iba, así que termine caminando los veinte metros hacia atrás y pude tomar el micro que si me llevaba a mi destino.

No puede haber algo peor que andar en un microbús que tenga techo bajo, mala cumbia, chingo de gente y mal conductor, pese a todo logre llegar a donde iba, la junta salió bien si a alguien le importa saber.

Bien contento me dirijo a la parada buscando entre mis bolsas cambio para el micro, no traía billetes y en monedas contaba con un total de $3.50. Recordé recordar que en la mañana revise si traía billetes (no era así). En el Estado de México el pasaje es mínimo de $4.00 así que camine hasta Pabellón Polanco y de ahí le pedí el paro al del micro para no caminar más dejándome en metro Polanco.

Einstein hace una reflexión que nos comparte, en los momentos de crisis son los momentos más productivos ya que las condiciones están dadas para que los más aptos salgan adelante y los mediocres queden rezagados. Si reflexiona así con tanta sapiencia una de las mentes más brillante de nuestra historia, es porque lo positivo de la crisis es que se trata de una gran oportunidad para poder salir adelante.

Quedarte sin dinero en medio de un desierto habitado por las criaturas de las montañas que parece transitado por androides como Tecamachalco hace que la crisis sea como el vació, aunque exista, no esta ahí (o todavía no llega la muy hija de…), lo cierto es que vivir con menos de cincuenta pesos al día si es una crisis, ¿qué pensaría Einstein de esto? tal vez si lo hizo y no nos damos cuenta, pero en lo que nos toca nos da escalofríos.

PD: Tengo varias ampollas por caminar con solo $3.50 en la bolsa, por si alguien le importa.

22 ene 2009

De vuelta

Cuando uno sale fuera del país experimenta cambios importantes, algunos buenos otros malos, los buenos van acompañados de sonidos y expresiones nuevas, chistosas e hilarantes cuando se compartes con los demás, las malas las guardamos dentro, mostrando respeto por el país recién visitado.


A la vuelta de casa me encontré de frente una camioneta con un letrero en lona con letras color azul y fondo amarillo que decía - Productos Oaxaqueños - la curiosidad me hizo llevar a recorrer por arribita los costales de plástico llenos de semillas y “golosinas oaxaqueñas” comenzaba a tener serios cuestionamientos si en verdad no me estaban engañando estos marchantes a mí y a los demás al afirmar tan contundentemente que todo lo que hay en esta camioneta a disposición del público es de origen oaxaqueño, bolitas rellenas de pulparindo a razón de $6 los 100grs me hicieron olvidar por completo mi postura de embajador de la profeco.



Al comer la primera bolita rellena de pulparindo a razón de $6 los 100grs, recordé con beneplácito y hasta con bienaventuranza las bolitas de galleta rellenas de chocolate acompañado de un café frío de lata a razón de 270 yenes y pensé que en realidad no importaba mucho cual de las dos ofertas era más rica, las bolitas rellenas de pulparindo a razón de $6 los 100grs, estaban de su putísima madre.



Termino la bolsa de mis golosinas oaxaqueñas y siento el empance porque a los 32 años aguantar 100grs de bolitas rellenas de pulparindo a $6 la bolsa, esta de pensarse, ¿qué pasa entonces con lo bueno y con lo malo? al final de todo estoy satisfecho, eso vale más que cualquier cosa rellena de algo a buen precio aquí o en el otro lado del mundo.