6 abr 2010

Los Montemeyor

• Castillos de guerra, sus murallas siempre resistentes ante el enemigo como las de Troya, aguantan ‘hoy y siempre al invasor*,’ rompiendo el silencio los gritos de los guerreros atacando, los gritos de los que defienden, el poder de las gargantas son tan fuertes que tiran las poderosas murallas, con ellas cae el mito, cae una dinastía. Acto seguido Alejandra y Carla decidían quien tomaría el nuevo reino, el derrotado Juan Carlos sirve de peón para construir de nueva cuenta la ciudad amurallada con el material más resistente en el mundo entero ‘cojines de la sala de mi casa’.

*Una licencia poética de la historieta cómica, Asterix y Obelix.

• El auto comenzaba a adentrarse en la Santa María la Rivera, se dirigía a una unidad del IMSS, la cajuela está llena de papel, plumas folletos, notas, facturas, clips, engrapadora, catálogos, gafetes y un exhibidor, al volante Marina me explicaba, cómo hacer una venta, juntos vendíamos seguros dentales. Montamos el stand a un costado de la ventanilla de información, la gente nos observaba, les explicábamos el producto. Un día tranquilo mañana ira mejor, al llegar al auto el cristal lateral del auto roto, se robaron el estéreo y otras cosas. Mi burbuja se había roto como el cristal del carro, me daba cuenta que mi vida pronto cambiaría.

• Mi mamá me pidió acompañarla a visitar a mi prima, fui un poco renegando porque estaba de un puberto mal humor, unos minutos después estábamos en casa de mi prima Graciela, me encontraba en un ambiente rodeado de sombras y luces bajas (afuera estaba el sol en lo más alto), existía una vibración de las cosas mística, no recuerdo muchos más detalles, a lo lejos se escuchaban los ruidos en el baño pero en todo el piso silencio (Mamá y Graciela habían salido por unas cosas al auto). Creo que desde que fui a esa casa, las sombras se me marcaron en los ojos.

• Estábamos rodeados de arena y el mar, los vientos acariciaban nuestras palapas donde comíamos, los adultos bebían, los niños haciendo montones de arena sin forma alguna. Estábamos Carla, Ale, Alejandro y yo, jugábamos a aventarnos desde lo alto de la fuente en la alberca del hotel, éramos dueños de un reino azul líquido y sin fin, disfrutamos muchas horas. Mas tarde visitamos a mi prima Carla, reímos, comimos, el primo Alejandro entro al baño (el era gordito) y rompió el mueble del baño de donde salía agua como un geiser, lo controlamos y nos fuimos, pasaron años y volví a ver a Carla, me fue bien conocí a Arturo hijo y a Ximena.

• A mi tía Graciela la recuerdo con mucho cariño, me acuerdo que me causaba asombro verla fumar, cuando fue el temblor abandonamos nuestro departamento en el DF y nos fuimos al reino de Echegaray, por las tardes hablaba por periodos con mi tía, ella fumaba un cigarro tras otro, recuerdo la marca ‘Fiesta’ su diseño es inolvidable, nos gustaba sentarnos a ver la tele, de vez en cuando veíamos el box, un día entro mi primo Pepe se unió a ver la función y así otras veces. Un día nos citamos por la tarde porque peleaba el Meldrick Taylor vs Julio Cesar Chávez, fueron 12 rounds largos pero cuando en el último round Julio Cesar le dio un volado en el botón de la quijada al escurridizo Taylor, este cayó a la lona, brinque con cada conteo del referí una impronta para toda la vida (por dentro nosotros sabíamos que de haberse ido a decisión, Julio Cesar hubiera perdido). Recuerdo hasta el día de hoy aquella pelea como una gesta heroica, recuerdo los comentarios de mi tía y de Pepe (los pocos rounds que estuvo) y la voz del narrador, hasta la fecha vibro con aquel recuerdo cuando hay buenas funciones los viernes o sábados por la noche.

Mis tíos José y Graciela no terminaron un ciclo, he aprendido que la vida no es de ciclos sino de redes, ellos son continuación de otra red (de donde vienen) pero a la vez ellos también son una nueva red (la de ustedes). En la vida la diversidad esta en el caos, el caos es importante. El tío José nos compartió un consejo "pórtense mal, no sean pendejos".

NOTA: Mis recuerdos algunos son de hace muchos años y puede que estén un poco diferentes pero que le puedo hacer así está en mi cabezota, pero no olvidemos que el orden de los factores no altera el producto.